6ª CAMINATA DE QUITO A COCA 2012
“Arriesgar la vida por el Evangelio”
Crónica 2ª: Pifo - Papallacta
Caminando juntos….
Agradecidos por la acogida de nuestros hermanos de Pifo y pensando en el descanso que viviremos en la tierra de nuestros amigos de Papallacta, caminamos poniendo nuestra confianza en nuestro Creador y Señor. Una vez ahí, todos somos recibidos por algunas familias que con alegría y mucho entusiasmo nos esperan para poder descansar.
Empezamos bien temprano, cada uno preparando su equipaje de tal manera que podamos desayunar y encontrarnos con los demás en la iglesia, desde ahí saldremos, hay mucho ánimo, preocupación, deseos pero claro los que hemos hecho éste tramo sabemos que es un poco difícil.
La marcha empieza y como primera impresión miro como vamos buscando nuestro lugar dentro del grupo, vamos juntándonos en nuestras comunidades religiosas o grupos de amigos y uno que otro prefiere mantenerse alejado. Hay una voz que a lo lejos intenta juntar al grupo en el mismo espíritu, así dejar nuestros marcas personales o comunitarias para identificarnos con Jesús, el nazareno. Ya caminando se nos invita a juntarnos en oración, que se convierte en “máxima” durante nuestra jornada, rodeados por la creación viva que es presencia de un Dios que se encarna en nosotros. Es impresionante mirar que somos un grupo maduro, solidario, consciente, orante y responsable que se logra mirar de manera concreta en la unidad del mismo, el frío no es problema para continuar pero sí resulta dificultoso, sobre todo para los que no están adaptados al clima.
El camino es largo y al son de un tambor se nos anima a seguir y luchar a pesar del cansancio y de la altura; al fin llegamos a la Virgen donde nuestros compañeros de logística nos reciben con un rico chocolate. Después de disfrutar, seguimos caminando ya deseos de llegar a Papallacta, aunque algunos se van quedando sin poder, pero el espíritu de caminantes hace que seamos sensibles ante las limitaciones de los demás y prestamos ayuda. Los últimos kilómetros son bastante agotadores, sin embargo, cada uno de los caminantes vamos descubriendo la presencia de Dios en nuestra realidad personal. Llegamos y podemos disfrutar de un delicioso baño y una rica comida que nos conforta y alivia el cuerpo y espíritu.
La caminata es integral, nos dice Txarli ,y desde esa integralidad nos reunimos alrededor de la Eucaristía, fiesta donde ponemos nuestras intenciones, acciones y operaciones en manos nuestro Padre. Agradecidos por tanto bien recibido nos retiramos a descansar y poder seguir nuestro camino.
Freddy Medrano Luje, SJ