6ª CAMINATA DE QUITO A COCA 2012
“Arriesgar la vida por el Evangelio”
Crónica 3ª: Papallacta – Baeza
Las cincuenta personas que participamos en la Caminata nos disponíamos con alegría a iniciar esta jornada de Papallacta a Baeza (35Km). Después del rico desayuno, que ofrece el grupo de logística, los responsables de las distintas comisiones organizan la salida a las 6:00. Con consignas y con cantos saludábamos, y agradecidos nos despedíamos de la población.
“Todas y todos estamos llamados a amar y servir” esta fue la petición que motivó la oración de la mañana, animada por los Novicios Jesuitas que, junto con el evangelio, fortalecieron la jornada de hoy en la que somos enviados a ser discípulos y misioneros.
El grupo fue compacto en el camino, gracias al apoyo que se dio a los que venían lesionados de las dos jornadas anteriores. Se resaltó la comprensión y la solidaridad.
Un motivo para agradecer a Dios fue la naturaleza que hoy pudimos contemplar y admirar; los contrates que en ella descubrimos, del páramo al verdor semi-espeso de la vegetación que nos abre camino a la Amazonia. Y en contraposición a esa hermosura, el centro de bombeo de petróleo, tubos y el campamento logístico de asfalto que nos cuestionan y nos replantean nuestra opción por la defensa de la vida.
La experiencia de Dios, que el grupo fue viviendo en el camino, estuvo marcada por el deseo de martirio que anhelaron y vivieron Alejandro e Inés; esto nos motivaba a darle sentido al sufrimiento y al dolor, ya que fue una etapa ardua.
A las 14:30 llegamos a Baeza y fuimos recibidos con alegría por el Padre Evelio, párroco de este lugar, que nos brindó toda clase de detalles, comenzando por el almuerzo y las habitaciones para descansar. A las 16:30 realizamos la evaluación, que recogía la experiencia del día resaltando como positivo la fraternidad que vamos construyendo, y se realizaron algunas sugerencias para dinamizar los objetivos de la caminata.
Con la Eucaristía concluimos este día de camino, agradecidos al Dios de la vida, por su gran amor para con nosotros, a través del Padre y los grupos, que nos recibieron.
Hermana Dora García TC