6ª CAMINATA DE QUITO A COCA 2012
“Arriesgar la vida por el Evangelio”
Crónica 7ª: Reventador – Lumbaqui
“Llamó Jesús a los doce y los fue enviando de dos en dos”
Con un hermoso amanecer y el sol naciendo con intensidad, iniciamos este día de Caminata con mucho entusiasmo, alegría y gratitud por ser nuevamente convocados/as a “defender la vida, con Alejandro e Inés”.
El espacio de encuentro con la Palabra nos ayudó a renovar nuestra respuesta ante al envío del Señor a anunciar el Reino, llevando un mensaje de paz y bien a las comunidades donde llegamos.
Percibimos de qué manera la experiencia de fraternidad se va consolidando en actitudes de cercanía, de preocupación de unos por otros, sencillez, apertura, espontaneidad y respeto.
Las motivaciones se recrearon a medida que el sol y el dolor se hicieron intensos. Es en estos momentos donde el corazón y la vida se van centrando en lo esencial: somos mujeres y hombres enviadas a dar vida en abundancia.
Nos siguen acompañando los camiones, llevando tubos y maquinarias hacia nuestra Amazonía para seguir taladrando el corazón de nuestra Selva. La indignación va creciendo por éste y por otros proyectos que en vez de generar justicia, desembocan en marginación, injusticia y sometimiento.
Sin embargo, nos han acompañado en el camino, múltiples rostros que, incluso, oran con nosotros y confirman este llamado a continuar en la lucha por la paz y el bien para todos los pueblos. Así, hemos vivido las consignas, gritos y cantos con más fuerza y convicción.
Recorrimos 29 Kms y ha sido un día marcado por la providencia de Dios manifestada en la solidaridad y generosidad de las comunidades donde nos han recibido con gran cariño y deliciosos refrigerios: Simón Bolívar, Amazonas; además de nuestras hermanas y hermano de logística que cada día fortalecen nuestro camino con sus atenciones.
Hemos llegado a las 13:00 a la Comunidad de Lumbaqui, que nos acogieron con gran calidez y alegría reflejada en sus gestos y en el gran letrero a un lado del altar de la Iglesia: “bienvenidos hermanos caminantes”. Definitivamente, nos hemos sentido en familia. Tuvimos un profundo momento de gratitud y alabanza al Señor por la experiencia vivida y enseguida nos dirigimos al almuerzo, para luego descansar un poco y retomar la jornada con la evaluación donde fueron expresados los sentimientos y experiencias de varios caminantes. Pasamos a la merienda y luego fuimos a la Iglesia para la celebración de la Palabra con la comunidad, donde compartimos sentidos testimonios de los caminantes y de quienes nos acogieron. En la celebración se recordó la memoria de nuestro hermano, el P. Jesús Arroyo y se recogió el deseo de paz y de nuevos caminos de reconciliación para la Iglesia de ISAMIS.
Seguimos caminando en libertad y con el corazón del grupo ensanchado por la fraternidad, convencidos/as de que el Señor de la vida continua enviándonos y haciendo su obra en cada uno/a de nosotros.
Linda Dávila SSCC